Hace poco, en una sesión de descubrimiento con un cliente, me pasó algo interesante. Después de contarme sobre su negocio y lo que quería lograr, con cierta inseguridad en su expresión, me dijo: «Bueno, ya tengo una estrategia… la hice con inteligencia artificial.»
Hizo una pausa. Me miró. Parecía esperar que le dijera si eso estaba bien o mal.
Le pedí que me la mostrara. La leí. Y, de hecho, en teoría, todo lo que estaba ahí tenía sentido para su marca. Las tácticas estaban alineadas con su industria, los conceptos eran correctos y, estructuralmente, la estrategia parecía sólida. No era una estrategia errada. Pero a medida que avanzábamos en la conversación, se hacía evidente que algo faltaba.
No tenía contexto.
Estrategias sin profundidad
Las herramientas de inteligencia artificial pueden generar estrategias bastante coherentes, pero si no se les proporciona un contexto adecuado, lo que producen es simplemente una estructura sin alma.
Para que una estrategia sea realmente efectiva, debe considerar la esencia de la marca, el mercado, los clientes, los objetivos de venta y muchos otros factores. Y aquí es donde radica el desafío: la mejor manera de usar la IA para crear estrategias de marketing no es simplemente pidiéndole que las haga, sino alimentándola con información relevante y detallada.
El problema es que muchas empresas ni siquiera tienen claro ese contexto para proporcionárselo a la IA. Y ahí es donde entra la experticia humana.
La diferencia entre una herramienta y una estrategia bien dirigida
La IA es poderosa. Puede analizar datos, organizar ideas y estructurar planes de acción. Pero es una herramienta. Y como cualquier herramienta, su efectividad depende de quién la usa y cómo la usa.
No es que la IA no pueda generar una estrategia. Es que, sin una dirección clara, puede quedarse en la superficie. No porque la IA no funcione, sino porque necesita un profesional que la interprete, la refine y la alinee con la realidad del negocio.
Usar la IA con inteligencia
El problema no es usar inteligencia artificial para desarrollar estrategias. El problema es creer que con eso basta.
La IA es un complemento increíble, pero no sustituye la visión estratégica ni la toma de decisiones basada en experiencia y conocimiento del mercado. Por eso, en 3yMedia Publicidad, la utilizamos como una aliada, pero siempre bajo la guía de un criterio estratégico sólido.
Porque al final, lo importante no es si una IA puede hacer una estrategia. Lo importante es si hay alguien con la capacidad de darle el contexto correcto y tomar decisiones con base en ella.
La pregunta no es «¿puedo hacer una estrategia con IA?»
La pregunta es: «¿estoy alimentando la IA con el contexto adecuado y tengo el criterio para ejecutar esa estrategia de manera efectiva?»
Rebeca Sulbaran.
Directora de Operaciones