Si hay algo que aprendemos cuando trabajamos en servicios profesionales es que los precios pueden variar enormemente. Lo vemos en todas las industrias: abogados, contadores, doctores, arquitectos… y por supuesto, en el marketing digital. Hay opciones accesibles y servicios premium, y la diferencia de precios no es un capricho, sino el reflejo de factores como la experiencia, el nivel de personalización, la capacidad de respuesta, la profundidad del equipo y el alcance de los servicios.
En los últimos años, con la democratización de herramientas como Canva y ChatGPT, gestionar redes sociales se ha vuelto más accesible. Lo que hace una década era un terreno dominado por especialistas, hoy es parte del día a día de muchos emprendedores y marcas. Para las nuevas generaciones, estas plataformas digitales no son una novedad, sino algo con lo que crecieron.
Una oferta de precios amplia y en tendencia a la baja
Lo cierto es que hoy en día encontramos una gama de precios muy diversa en el mercado. A pesar de que los costos han tendido a la baja en algunos aspectos, la realidad sigue siendo la misma que observamos hace años: hay servicios básicos ofrecidos por freelancers y agencias pequeñas, y hay agencias más robustas con equipos completos dedicados a cada cuenta.
Pero el punto clave aquí no es que un servicio sea “caro” o “barato”. La realidad es que hay una oferta para cada necesidad. Los servicios más económicos no son necesariamente malos, y los más costosos no son siempre la mejor opción para todas las marcas.
Un emprendedor que está dando sus primeros pasos, sin un departamento de marketing ni un presupuesto considerable, probablemente no necesite una agencia con una estructura compleja. Un servicio más accesible, que le ayude a tener visibilidad y continuidad en su comunicación, puede ser justo lo que necesita.
Por otro lado, una empresa que ha crecido y necesita una visión más estructurada no puede conformarse solo con la ejecución de posts y la creación de contenido visual. Aquí es donde entramos en la verdadera diferencia de precios en el mercado: la estrategia.
La estrategia es la clave
Más allá de publicar en redes sociales o hacer publicidad digital, toda acción de marketing necesita una dirección clara. Sí, el objetivo final de todo negocio es vender, pero la pregunta es: ¿cómo se logra eso de manera eficiente?
Las empresas tienen objetivos a corto, mediano y largo plazo, tanto de ventas como de posicionamiento. Y el marketing es el puente que ayuda a alcanzarlos a través de un plan de acción.
Sin una estrategia bien definida, cualquier esfuerzo en digital puede convertirse en una pérdida de tiempo y dinero.
¿Cuál es la mejor opción para tu negocio?
Si pensabas que mi conclusión sería que siempre debes contratar a una agencia grande… no es así.
Si tienes la posibilidad de trabajar con una agencia que pueda desarrollar una visión estratégica alineada con tu empresa y que trabaje en conjunto con tu equipo de marketing, ¡adelante! Pero si eres un emprendedor o una empresa pequeña que aún no puede permitirse una inversión significativa, lo mejor es buscar un modelo de trabajo por proyectos o asesorías.
Una estrategia clara puede ser diseñada por una agencia o un consultor experimentado y luego ejecutada internamente por un Community Manager o un equipo más reducido. Lo importante es no perder de vista el propósito detrás de cada acción.
Porque al final del día, en marketing digital—como en cualquier otro servicio profesional—no se trata solo del costo, sino del valor que se obtiene.
Rebeca Sulbaran.
Directora de Operaciones.